Visita por el Cementerio de San Fernando de Sevilla
En la Sevilla de los siglos XVI, XVII y XVIII era normal enterrar a las personas en espacios situados en los alrededores de las iglesias.
Sin embargo, las personas nobles eran enterradas en el interior de las iglesias, normalmente en lápidas bajo el suelo, aunque si era una familia muy rica podían construirse un monumento funerario dentro de la iglesia siempre y cuando lo costearan en su totalidad.
Sin embargo, las sucesivas epidemias que sufrió la ciudad provocó que los espacios exteriores de las iglesias se empezaran a saturar de personas fallecidas, por lo que se abordó la idea de la creación de un cementerio único, de gran tamaño, en las afueras de la ciudad.
Origen del cementerio de Sevilla
Entre los años 1800 y 1801 la ciudad sufrió una epidemia de gran virulencia que mató a unas 15.000 personas, las cuales, por su elevado número fueron enterradas, todas juntas, en un terreno cercano a la Ermita de San Lázaro, al Norte de la ciudad.
Y esto fue lo que motivó la creación definitiva de un cementerio municipal de gran tamaño (Concretamente 28 hectáreas) situado al Norte de la ciudad, aunque, quizás, no sea uno de los mejores lugares que se podían haber elegido ya que al encontrarse al Norte de la ciudad era la zona más fría, aparte de que en la época era zona inundable con grandes humedales.
Las obras comenzaron en el año 1852 y fueron planificadas por el arquitecto municipal del Ayuntamiento de Sevilla, Balbino Marrón, produciéndose el primer enterramiento el día uno de Enero de 1853.
Si pudiéramos ver desde arriba este lugar, veríamos que tiene forma de pirámide, con su base apuntada al Norte y con la cúspide orientada al Sur, lugar donde también se ubica la entrada al recinto.
La actual puerta de entrada no es la puerta que estaba prevista para el Cementerio y me explico:
Una de las puertas que tenía la muralla de Sevilla era la Puerta Real o de Goles que estaba situada al final de la actual Calle Alfonso XII.
Este nombre de Puerta Real se le puso (Sustituyendo al anterior de Puerta de Goles) por haber efectuado su entrada en la ciudad a través de la misma el Rey Felipe II en el año 1570.
Cuando la puerta se demolió en el año 1862, sus restos fueron llevados al cementerio con idea de reconstruir la puerta para que sirviera de nueva puerta de entrada al cementerio, proyecto que al final no se realizó nunca, lo que fue una pena porque esta puerta era de las más grandiosas (Adjuntamos foto).
Como curiosidad, en la calle y delante de la glorieta que hay delante de la puerta de entrada al cementerio, podemos ver las vías de la línea del tranvía urbano de Sevilla que conectaba la ciudad con el cementerio.
Ya hemos hablado de esta línea y de la historia del tranvía de Sevilla en otro artículo de este mismo blog (Historia viva de Sevilla paseando por sus calles - Parte 3), al ser algo muy curioso porque no solo era la línea nº 13 sino que era el único tranvía de la ciudad pintado de negro.
Delante de la puerta de entrada hay una glorieta donde en la actualidad esperan los familiares de las personas que van a ser enterradas a que se tramite la documentación del entierro, previo a entrar al cementerio propiamente dicho para efectuar el enterramiento.
Visita por el Cementerio de Sevilla
Antes de acceder al cementerio, a la derecha de la puerta de entrada nos encontramos un azulejo de la Santísima Virgen de la Soledad de San Lorenzo, Virgen que procesiona en la Semana Santa de Sevilla cerrando la misma, en la tarde del Sábado Santo.
Existe la costumbre de que los familiares de las personas que van a ser incineradas, al llegar al lugar en que éste hecho se produce, se depositan al pie de este azulejo algunas de las coronas que porta el coche fúnebre.
El motivo de la presencia de este azulejo en este lugar es el siguiente:
El día 28 de Enero de 1965 se celebró en Sevilla una Santa Misión y la imagen de la Soledad de San Lorenzo efectuó una visita al camposanto, por lo que en recuerdo de aquella visita se realizó este azulejo por parte de Antonio Morilla Galea, siendo sufragado por tantos Hermanos como azulejos tiene el retablo a razón de 1.000 pesetas el azulejo.
Al pié de la imagen se puede leer la inscripción:
"MARIA STMA. EN SU - SOLEDAD - VISITÓ ESTE LUGAR EL XXVIII-I-MCMLXV CON MOTIVO DE LA SANTA MISIÓN".
Posteriormente y en recuerdo de esa visita, el día 2 de Noviembre de 2003 la Virgen de la Soledad volvió a visitar el Cementerio de San Fernando con motivo del 150º aniversario de la fundación del mismo.
Ese día, la Virgen acompañada de sus Hermanos que la llevaban en andas, salió de su iglesia a las cinco y media de la madrugada vestida de luto y con sencillas flores blancas, en completo silencio solo interrumpido por el piadoso rezo de los misterios dolorosos .
A las 10 de la mañana la imagen fue situada en un altar que se montó delante del Cristo de las Mieles oficiando la Misa el entonces Arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo (D.E.P.).
Dejando este azulejo a nuestra derecha y cruzando la actual puerta de entrada nos encontramos con una avenida completamente recta que mide 800 metros, solo interrumpida por dos rotondas que dividen la avenida en tres calles.
El tramo de avenida que hay desde la puerta de entrada hasta llegar a la primera rotonda (Rotonda del Cristo de las Mieles, donde está el mismo) es la calle de la Fe y mide 360 metros.
Desde esta primera rotonda hasta la segunda rotonda (Rotonda de la Caridad), nos encontramos con la Calle de la Esperanza que mide 120 metros y, por fin, desde la segunda rotonda hasta la tapia del final del cementerio tenemos la Calle de la Piedad que mide los 320 metros restantes.
Todas las calles laterales de la avenida tanto paralelas como perpendiculares tienen nombres de Santos.
Los nichos se encuentran situados en los últimos 150 metros del cementerio y en las tapias de las paredes laterales.
El resto son sepulturas de suelo, capillas particulares y sepulcros familiares.
Historia de Sepulturas, capillas y Figuras
Aunque hay muchas sepulturas, capillas y figuras de las que contar alguna historia, vamos a mencionar algunas de las más famosas o conocidas, porque de lo contrario podríamos rellenar hojas y hojas de historias o curiosidades.
1.- Sepultura de Joselito "El Gallo"
Empezaremos por la, quizás, más famosa o conocida que es la sepultura de Joselito "El Gallo", escultura realizada por el escultor valenciano Mariano Benlliure al que se le efectuó el encargo por parte del cuñado de Joselito, Ignacio Sánchez Mejías, en 1921 aunque Benlliure no terminó la escultura hasta 1924.
Joselito (José Gómez Ortega) murió el 16 de Mayo de 1920 en la plaza de toros de Talavera de la Reina corneado por el toro "Bailaor", a la edad de 25 años.
Aún hoy está considerado el mejor torero de todos los tiempos.
Esta sepultura está realizada en mármol de Carrara y el escultor tomó el modelo de la comitiva fúnebre que acompañó realmente al torero llevando su féretro a hombros desde la Catedral de Sevilla (Pese a la oposición de la aristocracia sevillana, por ser Joselito gitano, hecho que motivó importantes peleas en las puertas de la Catedral) hasta el Cementerio, pasando por la Alameda de Hércules, en lo que hasta el día de hoy está considerada la más multitudinaria manifestación ocurrida en la ciudad.
La figura de Joselito está en blanco para realzar al torero sobre sus acompañantes, en negro.
Se cuentan varias curiosidades sobre esta sepultura:
El féretro en el que va Joselito es idéntico al usado para enterrarlo, aunque el original era de caoba y éste es de bronce.
La cara de Joselito en la escultura es idéntica a la suya en vida y se supone que Benlliure copió la máscara funeraria de Joselito para plasmarla en la escultura.
Los dos hombres que van a cada lado de la escultura, en los respectivos primeros lugares, son retratos de personas reales de la época. Más concretamente son el hermano y el cuñado de Joselito.
Se supone que el resto de personas esculpidas eran personas reales relacionadas con Joselito, aunque no hay constancia escrita que los identifique, excepto a una persona que apreciaba mucho a Joselito y que si hubiera estado viva, nadie dudaría de que hubiera querido portar el féretro y que es D. Eduardo Miura el ganadero, que fue una persona que tuvo una muy importante relación personal con el torero y que aparece en la sepultura de forma anacrónica puesto que murió en 1918, dos años antes de la muerte de Joselito.
D. Eduardo Miura está en el lateral izquierdo en el sentido de la marcha de la comitiva teniendo a su lado a Ignacio Sánchez Mejías, cuñado del torero fallecido.
También hay un niño en el mismo lateral llevando unas flores y al que muchas personas identifican con el cantaor Manolo Caracol, el cual vivía en la Alameda de Hércules lugar por donde pasó la comitiva fúnebre y que pudo haberse unido a la misma.
Se desconoce, asimismo, la identidad de la gitana que va en cabeza de la comitiva (Aunque algunos autores la han querido identificar con una gitana llamada María que era la mujer del cantaor Curro "El de la Jeroma", muy amigo del diestro) portando una imagen de la Virgen de la Esperanza Macarena vestida de luto, imagen y Hermandad a la que Joselito estaba muy unido y de la que era figura prominente.
De hecho, Joselito fue la persona que regaló a la Virgen las cinco mariquillas que la Virgen de la Esperanza Macarena lleva siempre sobre su pecho y, además, el padre de Joselito le había regalado el pañuelo que la imagen de la Virgen de la Esperanza Macarena lleva al cuello en todas sus salidas procesionales.
2.- Francisco Rivera "Paquirri"
Justo frente a esta sepultura está la escultura que hay sobre la sepultura de otro torero muy famoso, Francisco Rivera "Paquirri" (1948 - 1984) que murió en la plaza de toros de Pozoblanco (Córdoba) corneado por el toro "Avispado".
También al lado de las esculturas de estos toreros está la de la famosa tonadillera sevillana Juanita Reina (1925 - 1999).
En el mismo espacio abierto en el que se encuentra la sepultura de Joselito (Conocido como Jardín de los Poetas), de "Paquirri" y de Juanita Reina, podemos ver un túmulo en honor a los soldados españoles caídos en la Guerra de África y que murieron en la ciudad de Sevilla.
Concretamente fueron 61 soldados los que murieron de todos los que fueron trasladados, heridos, a Sevilla para su curación.
3.-Panteones conocidos
En el Cementerio de Sevilla hay panteones que son auténticas joyas de la arquitectura como los de los López-Solé o los Peyré que son obra, ambos, del gran arquitecto sevillano Aníbal González, el cual tiene también un panteón familiar sobre el que hay una curiosa historia:
Dentro del panteón hay una imagen del Cristo del Cachorro idéntica a la imagen que procesiona en la Semana Santa de Sevilla en la tarde del Viernes Santo y sobre la imagen que hay en el interior del panteón hay una curiosa historia/leyenda popular:
Hay constancia de que Aníbal González pidió permiso en el año 1919 a la Hermandad para hacer una copia de la imagen original del Cristo del Cachorro.
También hay constancia de que esta copia (al parecer, levemente más pequeña que el original) fue efectuada por el escultor Eduardo Muñoz Martínez siendo el encargado de efectuar la policromía un sobrino de Aníbal González, Cayetano González.
No obstante, hay una leyenda popular que sostiene que cuando se incendió la Capilla del Patrocinio en el mes de Febrero de 1973 (quemándose la otra imagen titular de la Hermandad, la Virgen del Patrocinio), hay constancia de que la imagen del Cristo del Cachorro sufrió graves quemaduras en los pies y los tobillos similares a los que presenta la imagen que, con mucha dificultad, se puede ver dentro del Panteón de Aníbal González a través de un pequeño agujero que hay en la puerta metálica del citado Panteón.
Y lo que dice la leyenda popular es que la imagen que actualmente procesiona en la Semana Santa y que se puede admirar en la iglesia del Patrocinio es la imagen que había desde 1919 en el Panteón de Aníbal González y que fue cambiada tras el incendio. No hay la menor constancia de que esto sea cierto por lo que queda como una leyenda popular.
La realidad es que el deterioro de los pies y los tobillos de la imagen que hay en el Panteón son debido, exclusivamente, a la humedad y no a las consecuencias de un incendio. Pero ...la leyenda sigue ahí.
4.- El Cristo de las Mieles
Por último, vamos a hablar de la imagen más conocida de todo el Cementerio: El Cristo de las Mieles.
Se trata de una escultura realizada en bronce por el escultor sevillano Antonio Susillo (1857 - 1896) y se encuentra colocada sobre un Calvario en la primera rotonda que nos encontramos al entrar en el Cementerio al final de la calle de la Fe.
Antonio Susillo era el gran escultor sevillano de la época, habiendo amasado una gran fortuna con todas las obras que hasta ese momento había realizado.
Sin embargo cuando la primera mujer de Susillo falleció, él se casó en segundas nupcias con una mujer que derrochó a manos llenas el dinero de Susillo, por lo que el escultor al haber aceptado realizar el Cristo esperaba relanzar su carrera y su fortuna gracias a esta obra.
Por alguna razón, el escultor no se dio cuenta de que al realizar la talla había colocado los pies del Cristo en una posición errónea y se cuenta que entre la desesperación de su desgraciado segundo matrimonio (al parecer, su segunda esposa lo insultaba y ridiculizaba en público) y el haberse equivocado al realizar la talla, le llevaron a suicidarse pegándose un tiro el día 22 de Diciembre de 1896.
Al haberse suicidado, en teoría, no podía ser enterrado en el cementerio católico.
Sin embargo, hubo muchas peticiones que fuera enterrado al pie de su última obra a lo que la autoridad eclesiástica terminó cediendo.
De ahí que el cuerpo de Antonio Susillo esté enterrado en un cementerio católico, debajo de su Cristo, obra póstuma de este gran escultor.
El nombre del Cristo de las Mieles le viene del hecho de que un año después de haberse colocado la imagen en su actual ubicación, los trabajadores del Cementerio observaron que salía un líquido de la boca del Cristo, ya que la imagen fue realizada por Susillo con la boca entreabierta.
Asombrados vieron que se trataba de miel y descubrieron que unas abejas habían hecho un panal dentro del Cristo y debido al calor del Verano la miel se fundió y salió por la boca del Cristo provocando que desde ese momento el Cristo fuera conocido como Cristo de las Mieles.
Por último, incluiremos fotos de los sepulcros de Antonio "El Bailarín" (Antonio Ruiz Soler, 1921 - 1996), del torero Juan Belmonte (1892 - 1962), torero enterrado también en un cementerio católico pese a que se suicidó pegándose un tiro, pero al que por su importancia y relevancia en la vida pública de Sevilla se permitió su enterramiento en cementerio católico y de Diego Martínez Barrio (1883 - 1962) que fue un sevillano muy importante en la primera mitad del siglo XX ya que fue Presidente de las Cortes de España, además de Presidente de la Segunda República Española y Presidente de la Segunda República en el exilio, tras la Guerra Civil española, cargo éste último que ostentaba a su muerte en París, siendo trasladados sus restos a Sevilla 38 años después de su muerte, en el año 2000.
Recomendamos vivamente una visita a este Cementerio porque no solo se pueden admirar las esculturas de los sepulcros que hemos mencionado, sino que se pueden contemplar verdaderas obras de arte en las sepulturas de suelo o en los panteones familiares.
- Cabalgata de los Reyes Magos (Historia viva de Sevilla paseando por sus calles - Parte 5)
- La Puerta del Perdón de la Catedral de Sevilla (Historia viva de Sevilla paseando por sus calles - Parte 4)
- La construcción de la Casa Lonja, actualmente Archivo de Indias (Parte 4)
- Historia viva de Sevilla paseando por sus calles (Parte 3)
- Iglesia Del Divino Salvador - Parte 2: El Interior
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Como siempre, muy entretenido y lleno de curiosidades de nuestra Sevilla
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Pedazo de artículo, lo tenemos ahí, y desconocemos mucha historia de él, lo que tiene encerrado sus muros
Felicidades -
Un 10 como siempre...gracias por el gran esfuerzo
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