Iglesia Del Divino Salvador - Parte 2: El Interior
Antes de entrar a este magnífico templo de nuestra ciudad nos situamos en el centro de la plaza de El Salvador y contemplamos la imponente fachada que se presenta ante nuestros ojos.
Esta fachada principal está dividida en tres partes, cada una de las cuales tiene una puerta individual, siendo la puerta central la de mayor tamaño de las tres.
Cada puerta facilita el acceso a cada una de las tres naves que tiene la iglesia, siendo la puerta del centro la que normalmente da acceso al templo si queremos entrar desde la plaza de El Salvador. .
Aparte de esta puerta hay otra puerta por la que se puede entrar al templo, aunque esta solo se abre en determinados horarios de misa o en ocasiones concretas.
Esta otra puerta está situada en el Patio de los Naranjos, patio del que ya hemos hablado en otro artículo de este mismo blog ("IGLESIA DEL DIVINO SALVADOR - PARTE 1: EL EXTERIOR" Historia viva de Sevilla paseando por sus calles - Parte 8), patio al que se accede a través de sendos corredores, uno con entrada por la lateral calle Córdoba u otro situado en la misma Plaza de El Salvador, a la izquierda de la fachada de la iglesia.
Hay que decir que el día 24 de octubre del año 1679 toda la parte interior del edificio se hundió, permaneciendo en pie, exclusivamente, las paredes exteriores.
Aunque no está decididamente claro, el motivo de este derrumbe parece que se debió a la endeblez que tenían los pilares. Ello nos lleva a que desconocemos como era el templo en su primera edificación.
Cuando nos encontramos en el interior del templo inmediatamente nos damos cuenta de que estamos en un templo construido en el más puro estilo barroco, estilo que está presente en sus todas sus capillas, retablos (14 en total) y artesonados.
Su planta es de cruz latina y su diseño es un gran rectángulo.
Tres naves se presentan ante los ojos admirados del visitante, las tres de igual altura.
La nave central, la de la Epístola situada a la derecha de la nave central y que está orientada al lado Sur de la iglesia y la nave del Evangelio situada a la izquierda de la nave central y que está orientada en el lado Norte de la iglesia.
No debemos olvidar que las iglesias cristianas están orientadas según el eje Este-Oeste, a diferencia de los templos musulmanes que lo están según el eje Norte-Sur.
A través de este artículo intentaremos efectuar un recorrido por las capillas, retablos, imágenes y por las dos Hermandades de Pasión que existen en esta maravillosa iglesia.
San Cristóbal
Cuando atravesamos la puerta de entrada nos encontramos de frente a la imponente nave central de esta iglesia, que es la más grande de Sevilla después de la Santa Iglesia Catedral.
Antes de avanzar por el templo y sus naves nos encontramos delante del primer pilar de la derecha una imponente figura de San Cristóbal que tiene 2,25 metros de altura y que está considerada la primera obra totalmente documentada del gran escultor jiennense Juan Martínez Montañés (Alcalá la Real, en Jaén 1568 - Sevilla 1649) que la esculpió en el año 1597.
Es una talla imponente en la cual San Cristóbal tiene la cara girada mirando al Niño Jesús que lleva sobre su hombro izquierdo, a la par que el Niño nos bendice con su manita derecha.
La tradición dice que San Cristóbal era una persona a la cual un ermitaño le sugirió que hiciera algo grato a los ojos de Dios, por lo cual decidió ayudar a las personas a cruzar un peligroso río.
Un día se presentó un niño que le pidió que le ayudara a cruzar. Mientras avanzaba por las aguas con el niño sobre su hombro izquierdo, notó que el niño cada vez le iba pesando más.
Con gran esfuerzo logró llegar a la orilla y en ese momento el niño se le reveló como el Niño Jesús y le explicó que su aumento de peso se debía a que llevaba sobre sus hombros todo el peso del pecado del mundo.
De hecho, la palabra Cristóbal significa “Portador de Cristo”.
Una curiosidad sobre esta estatua está en que al ser San Cristóbal el patrón de los viajeros, en los años cuarenta salía en procesión por las calles de Sevilla montado sobre un Jeep del Ejército Español.
Tras admirar esta extraordinaria talla, iniciaremos ahora nuestro camino por el lado derecho del templo, por la nave de la Epístola y efectuaremos un recorrido por las capillas y retablos que en ella podemos admirar.
Altar Retablo De Santa Justa Y Rufina
Estamos ante un retablo que ejecutó en el año 1728 Juan de Dios Moreno y que estaba situado en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas (La actual sede del Parlamento de Andalucía, frente a la basílica de la Macarena). Fue traído a este lugar en el año 1902.
En el centro del mismo se pueden ver sendas imágenes de cada una de las dos Santas, una a cada lado de la Giralda, monumento del que se las considera protectoras (Se cree que por la intersección de las dos Santas no se cayó en el terremoto que sufrió la ciudad en 1504).
Cada Santa lleva en su mano una palma como señal del martirio que sufrieron y también aparecen unas piezas de alfarería por la profesión que tenían.
Estas imágenes son obra del escultor Jerónimo Hernández (¿Ávila? 1540 - Sevilla 1586)
Ya hemos hablado de la historia de ambas Santas en otro artículo publicado en este mismo Blog titulado “Iglesia de Santa Ana”.
Capilla de Santiago Apóstol
Es una pequeña capilla situada a continuación del retablo anterior, normalmente cerrada, con una estatua del Apóstol y una bandera de España a su lado.
Altar Retablo Del Cristo De La Humildad Y Paciencia
Este altar fue sufragado por el gremio de guanteros, originalmente para su patrón San Cristóbal, y fue realizado entre 1732 y 1734 por el maestro José Maestre, al cual vamos a volver a mencionar como autor de otros retablos de esta misma iglesia.
Posteriormente, la imagen de San Cristóbal se sacó de este altar y fue sustituida por la actual imagen del Cristo de la Humildad y Paciencia, que talló en 1696 el escultor Antonio Quirós, mostrando la imagen de un Cristo martirizado, sentado en una piedra cubierto por un manto, esperando con paciencia el momento en el que iba a ser crucificado.
Al parecer, Antonio Quirós se inspiró en un grabado del alemán Alberto Durero.
Altar Retablo de San Fernando
En este altar hay una figura de gran tamaño, en madera, del rey Fernando III, conquistador de Sevilla en el año 1248 y que fue canonizado en el año 1671.
Hay que decir que la representación del rey es anacrónica con el siglo XIII en el que vivió Fernando III, ya que aparece vestido a la moda del siglo XVII con un manto de armiño.
En sus manos podemos ver una espada y una bola del mundo, símbolo de los conquistadores.
A los lados de la figura podemos ver dos figuras menores que representan a San Hermenegildo y a San Luis IX de Francia, primo hermano de Fernando III, como ya escribimos en nuestro artículo de este mismo blog dedicado a la iglesia de San Luis de los Franceses.
Retablo de la Virgen de las Aguas
Este grandioso, riquísimo y espectacular retablo está situado al final de la nave de la Epístola, en el lado derecho del crucero, a la derecha del Altar Mayor.
Fue realizado por el maestro José Maestre entre los años 1724 y 1731 y está considerado por muchos expertos como el mejor retablo barroco del siglo XVIII.
En el centro del retablo podemos admirar la talla de la Virgen de las Aguas, del siglo XIII, de autor desconocido, aunque se sabe que fue mandada tallar por el mismo rey Fernando III, que le profesaba gran veneración desde que se atribuyó una intercesión milagrosa de esta imagen en un período de gran sequía en la ciudad y su comarca, ya que propició una lluvia muy abundante que acabó con dicha sequía.
Es una imagen a la cual los sevillanos han acudido en numerosas ocasiones por fuertes lluvias, por grandes inundaciones, por prolongados períodos de sequía e incluso se acudía a Ella para rogar por la protección de los galeones que hacían el camino a América o a las Indias.
Una curiosidad de esta imagen está en que la peana sobre la que está la imagen es giratoria, por lo que en la festividad del Corpus Christi se gira 180.ª la peana y la Virgen se puede contemplar desde la lateral calle Villegas, a través de la ventana situada a espaldas de la imagen en la pared de la iglesia, como si fuera uno de los altares que engalanan la ciudad en la celebración de dicha festividad.
Hermandad del Amor
En la actualidad podemos ver procesionar esta cofradía por las calles de Sevilla en la tarde del Domingo de Ramos.
En su conjunto, se compone de tres pasos. En el primero de dichos pasos contemplamos la entrada en Jerusalén de Jesucristo montado en un humilde burro, en el segundo la imponente talla del Cristo del Amor, un Cristo crucificado de talla absolutamente excepcional y por último, el tercer paso, la imagen de la Virgen del Socorro.
Hay que decir que la actual Hermandad es el resultado de la fusión en el año 1618 de dos hermandades: La de la Borriquita fundada en el año 1618 y la del Amor fundada en el siglo anterior, concretamente en 1508 en la iglesia de Santiago Apóstol para socorro de los presos (De hecho, en cada esquina del paso del Santísimo Cristo del Amor lleva cuatro ángeles con sendos escudos en los que se pueden leer las inscripciones "Amor", "Y socorro", "A los", "Encarcelados").
Se dio la circunstancia de que cuando la Hermandad del Amor estaba ubicada en la iglesia de los Terceros, en 1618, se funda en la misma iglesia la otra Hermandad, la de la Borriquita y ambas hermandades decidieron unirse para formar un único cortejo por las calles de Sevilla.
Las túnicas de los nazarenos de la Borriquita son blancas de cola con cinturón de esparto y en el antifaz a la altura del pecho llevan la Cruz de Santiago.
Por el contrario, los nazarenos de los otros dos pasos de la cofradía visten de riguroso negro con cinturón de esparto en señal de luto por el Cristo crucificado, ya muerto, que figura en el segundo paso.
Es la única cofradía del Domingo de Ramos que tiene nazarenos con túnicas negras.
La hermandad se trasladó, tras pasar por otras sedes (Iglesias de San Pedro o de Santa Catalina), a la iglesia del Salvador en el año de 1922, lugar donde continúa a fecha de hoy.
Procesionan, como ya hemos escrito, en la tarde del Domingo de Ramos y como en el primer paso figuran los hermanos de la cofradía menores de 14 años (Cuando cumplen dicha edad pasan al cortejo del Cristo del Amor o de la Virgen del Socorro), para que no se recojan muy tarde los más pequeños.
En el año 1970 se decidió desdoblar la cofradía, de tal forma que la primera Hermandad que entra en Carrera Oficial el citado Domingo de Ramos es la de la Borriquita (Por lo que el primer nazareno que pide la venia de paso en el palquillo de la plaza de La Campana es un nazareno de esta Hermandad) y la última que entra en Carrera Oficial el mismo Domingo de Ramos es la formada por los otros dos pasos de la cofradía (Único caso en toda la Semana Santa sevillana).
Por tratarse de la misma cofradía dividida en dos, el cortejo del Cristo del Amor sale sin Cruz de Guía, porque esta ha salido con la Hermandad de la Borriquita y este cortejo es una continuación del anterior, no una nueva cofradía.
Hay que decir que es la primera Hermandad de Sevilla a la que se le concede el título de Archicofradía Pontificia por parte del Papa León XII a principios del siglo XIX.
La imagen de Cristo montado en un burro es una talla anónima del siglo XVII aunque se atribuye al taller de Pedro Roldán y, como curiosidad, es la única imagen de Cristo de la Semana Santa sevillana que lleva zapatos.
Este paso lleva en la parte trasera una palmera en cuya parte superior lleva una pequeña figura de un niño que figura estar cortando ramas y que lleva el nombre de Zaqueo.
La extraordinaria talla del Cristo del Amor está considerada como uno de los más importantes ejemplos de la imaginería barroca sevillana.
Figura de gran realismo, fue tallada por Juan de Mesa (Escultor también de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder) entre los años 1618 y 1620.
Es la imagen de un Jesucristo ya fallecido que expresa una gran serenidad.
La Virgen del Socorro también fue tallada por Juan de Mesa en 1620, pero ha tenido varias restauraciones que han ido modificando la talla inicial, ya que, por ejemplo, en la última restauración efectuada en 1967 por el escultor Francisco Buiza se le afinó el rostro.
El paso del Santísimo Cristo del Amor es uno de los más antiguos que procesionan en la Semana Santa sevillana (Junto con el de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder) y hay que decir que en él podemos apreciar una figura que a veces pasa inadvertida, pero que se encuentra justo a los piés de la cruz del martirio en la parte de atrás y que es un pelícano tallado en 1694 por Francisco Antonio Gijón en el que se representa el símbolo del Amor Supremo en la figura de un pelícano que se abre su propio pecho para que sus polluelos (Tres) la beban y no mueran de sed o alimento.
Esta separación en dos cortejos de la cofradía muestra un contraste muy curioso en el discurrir de los mismos, ya que el primer cortejo, el del paso de la Borriquita, al estar formado por niños o niñas menores de 14 años, nos presenta un cuerpo de nazarenos alegre, e incluso desenfadado, ya que cada nazareno suele ir acompañado de sus familiares presentándonos un cortejo muy colorido y alegre (Hay nazarenos que van acompañados de sus padres en sus carritos de rueda, por su muy corta edad).
Contrasta con los dos pasos del resto del cortejo, los cuales, como ya hemos dicho, sale último en el Domingo de Ramos, en un cortejo que transcurre en absoluto silencio y con un gran recogimiento que circula por las calles de Sevilla entre el respeto de quien lo contempla.
Hay que resaltar la importante labor social realizada por esta Hermandad por su colaboración con la asociación ANDEX formada por padres de niños con problemas oncológicos.
También hay que mencionar la colaboración que hacen con el Economato Casco Antiguo.
Retablo Mayor
Estamos ante un extraordinario retablo, quizás el máximo exponente del barroco sevillano. Esta gran obra maestra fue realizada por Cayetano de Acosta entre los años 1770 y 1779,
Está rematado en su parte superior con una figura de Dios Padre que contempla bajo Él, la escena de la Transfiguración de Jesucristo en el Monte Tabor, teniendo a su derecha y a su izquierda las figuras de los profetas Moisés y Elías, mientras que un poco más debajo de estas tres figuras podemos ver a San Pedro, a San Juan y a Santiago el Mayor (Los tres apóstoles preferidos por Jesús) que contemplan la escena.
En la parte inferior, sobre el Sagrario, hay una estatua de la Inmaculada Concepción.
Pasamos ya a la nave situada a la nave del Evangelio, que es la que está situada a la izquierda de la nave central.
Altar Retablo del Cristo de los Afligidos
Estamos ante otro retablo realizado por José Maestre entre los años 1721 y 1724. Sustituyó a un retablo anterior, muy deteriorado, que databa de 1634. Está situado en el mismo crucero de la iglesia.
El Señor de los Afligidos, al cual podemos ver en el centro del retablo, es de autor desconocido y se cree que fue tallado a finales del siglo XVI o principios del siglo XVII.
Es una talla en la que se representa a Jesús cargando con una cruz de madera que está recubierta con planchas de carey y que tiene las cantoneras en plata.
Cirineo
Se tiene constancia de que Juan Martínez Montañés, al tallar la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Pasión entre 1610 y 1615, concibió un conjunto formado por la imagen de Jesús cargando la cruz ayudada por un Cirineo.
De hecho, hay constancias escritas de dicho conjunto en el año 1632.
Sin embargo, no tenemos constancia de qué ocurrió con el Cirineo original (Posiblemente obra del mismo Juan Martínez Montañés).
La constancia más antigua de la que disponemos en la actualidad es de un Cirineo que se incorporó a la Hermandad en 1844. Esa imagen era conocida popularmente como "el mirabalcones" porque al parecer tenía la cabeza muy levantada.
La cabeza de dicha imagen fue sustituida por una nueva cabeza, más apropiada para el conjunto, que aportó a la Hermandad José Rodríguez Fernández Andes en el año 1950 y que estaba atribuida al gran escultor Juan de Mesa (Autor de la talla de nuestro Padre Jesús del Gran Poder).
Ese Cirineo fue sustituido en 1970 por una espléndida escultura de Sebastián Santos, tan espléndida que se la ha considerado como una de las grandes obras de la imaginería sevillana del siglo XX.
Sin embargo, su posición sobre el paso de misterio acompañando a Nuestro Padre Jesús de la Pasión fué efímera, ya que la Hermandad con unos criterios que se consideraron como "argumentos poco convincentes" por los sevillanos lo eliminó del paso de misterio en 1974 y desde entonces Nuestro Padre Jesús de la Pasión procesiona solo en su paso, sin ninguna otra figura.
Dicho Cirineo es la talla que podemos admirar en la esquina izquierda del crucero y del que adjuntamos foto.
Retablo de la Hermandad Sacramental
Situado a la izquierda del Altar Mayor, está al final de la nave del Evangelio, en la pared izquierda de la iglesia, en el extremo de la nave del crucero.
Estamos ante otro extraordinario retablo en el que nos vamos elevando a través de las figuras de sus cuerpos laterales hasta llegar a Dios Padre situado en lo más alto del retablo.
Todo el conjunto representa una apoteosis del Sacramento de la Eucaristía, la cual aparece rodeada por varios símbolos como el Arca de la Alianza, el Menorá de siete brazos, el Cordero Divino o el Cáliz con la Sagrada Hostia.
Lo realizó entre 1756 y 1764 el escultor Cayetano de Acosta (El mismo del retablo mayor) es estilo rococó.
Dentro de esta Capilla Sacramental podemos ver las imágenes titulares de la Hermandad de Pasión.
Capilla de la Hermandad de la Pasión
Estamos en una capilla en la que se pueden contemplar las imágenes titulares de la Hermandad de Pasión que procesionan por las calles de Sevilla en la noche del Jueves Santo (Es la última Hermandad del día).
La extraordinaria talla de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, Nuestra Madre y Señora de la Merced, acompañados de una figura de San Juan Bautista que procesiona en el paso de palio junto a la imagen de la Virgen.
El altar que podemos ver a día de hoy no es el original, que fue construido en el año 1756 por Cayetano de Acosta (El mismo que realizó el retablo mayor) y que fue destruido por un incendio en el año de 1905. El altar en el que hoy podemos ver las imágenes titulares fue donado por los jesuitas a raíz del citado incendio, aunque este altar, todo en plata, ya había sido realizado en 1753.
La fundación de esta Hermandad data del año 1531 en el Convento Casa Grande la Merced (Donde hoy está ubicado el Museo de Bellas Artes).
Pasó posteriormente por las iglesias de San Julián, de San Vicente y la de San Miguel (derribada en 1868 durante la llamada "Revolución gloriosa").
En 1868 se trasladó a la iglesia del Salvador, uniéndose a la Hermandad Sacramental en 1918, razón por lo que podemos ver estas tres tallas en el interior de la Capilla Sacramental.
La impresionante talla, de cuerpo entero, de Nuestro Padre Jesús de la Pasión está considerada la obra maestra del gran Juan Martínez Montañés, que la talló en 1615, mientras que la imagen de la Virgen de la Merced es bastante más reciente, ya que la talló en el año 1966 el escultor Sebastián Santos.
La imagen de San Juan la talló Astorga en 1862.
Una anécdota que habla mucho de la importancia y de lo imponente de la talla de Nuestro Padre Jesús de la Pasión la tenemos en la frase que dijo al contemplar la imagen D. Antonio Despuig y Dameto que fue arzobispo de Sevilla entre 1795 y 1799:
"Le noto un defecto .............. le falta respirar".
Si impresionante es esta talla, no desmerece de la misma el extraordinario paso con el que procesiona en la Semana Santa sevillana y que fue realizado en el año 1943 por el orfebre Cayetano González Gómez sobre más de 200 kilos de plata y 50 kilos de marfil.
Es portado por 48 costaleros, lo que hace que sea el paso con mayor número de costaleros para un paso con una sola imagen.
Los nazarenos visten túnicas negras de ruán con cinturón de esparto y con el escudo de la Orden de la Merced en el antifaz, recordando los orígenes de su fundación.
También hay que decir que los cuatro maniqueteros que podemos ver en el palio de la Virgen de la Merced visten de blanco (Contrastando con las negras túnicas del resto de los nazarenos de la cofradía) como una imitación, a la par que homenaje, al hábito de la orden mercedaria.
Altar Retablo de la Virgen del Rocío
Estamos ante otro retablo realizado por José Maestre, entre 1718 y 1731, período en el que este maestro realizó varios retablos en esta iglesia que estaba carente de ellos desde 1712, como ya hemos indicado en la descripción de esos otros retablos.
En la actualidad este retablo está presidido por una imagen de la Virgen del Rocío que talló a mediados del siglo XX el artista Sebastián Santos Rojas y que sustituyó a la iconografía que había hasta ese momento en el altar y que estaba dedicada a los arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael.
Altar Retablo de Santa Ana
Estamos ante un grupo escultórico de gran belleza a la par también que de gran tamaño, ya que son dos tallas más grandes del tamaño normal en este tipo de escultura.
De hecho, la escultura de la madre de la Virgen María, Santa Ana, alcanza los 150 centímetros de altura.
Todo el conjunto escultórico está enmarcado en un retablo de autor desconocido fechado en el siglo XVII.
Ambas imágenes están consideradas como una de las obras maestras del escultor José Montes de Oca (¿Sevilla o Antequera, 1676 o 1683? - Sevilla, 1754). Representan uno de los grandes exponentes de la Escuela Sevillana de Escultura.
La escultura nos presenta a Santa Ana enseñando a leer a la Virgen María. El libro que Santa Ana lleva en la mano es un símbolo de la propagación de la Fe.
Altar Retablo de la Virgen de la Antigua
En este altar se encuentra una copia de la pintura original de la Virgen de la Antigua ubicada en la capilla del mismo nombre en la Catedral de Sevilla.
Este cuadro ante el que nos encontramos lo pintó Juan Ruiz Soriano en el año 1715.
La Virgen tiene una rosa en su mano derecha y el niño porta en su mano izquierda un jilguero, símbolo de la Pasión.
Sobre la cabeza de la Virgen podemos ver a unos ángeles que llevan una corona de piedras preciosas como recuerdo de la que le fue impuesta por el Cardenal Ilundain en el año 1929.
Altar del Simpecado de la Hermandad del Rocío
Cubierto por un cristal podemos ver el Simpecado de la Hermandad del Rocío de Sevilla.
Está hecho sobre terciopelo verde con hilos de oro y seda y fue confeccionado por Esperanza Elena Caro en el año 1956.
En el centro del Simpecado hay una figura de la Virgen del Rocío en plata y marfil. que fue realizado por el taller de los orfebres sevillanos hermanos Seco Velasco.
Debajo de esta imagen podemos ver el escudo de la ciudad de Sevilla, el de la localidad de Almonte y entre ellos podemos ver el símbolo de la iglesia del Salvador.
Hay que decir que un Simpecado es una representación mariana, heredera de las banderas y estandartes medievales con los que se abrían las procesiones de la Virgen en dicha época medieval.
Es una palabra que se ha derivado de la expresión en latín "Sine labe concepta" que significa "Sin pecado concebida" en alusión a la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
Cada una de las 124 hermandades que existen a día de hoy filiales de la Hermandad Matriz cuenta con un Simpecado diferente con el que acuden cada año a la aldea del Rocío en la peregrinación anual de las mismas, presentando cada una su Simpecado ante dicha Hermandad Matriz.
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