Iglesia San Luis de los Franceses

(Mi agradecimiento a mi amigo Fernando Bernabé por sus aportaciones al texto de este artículo sobre San Luis de los Franceses, enriquecido con sus conocimientos)

san luis de los franceses

Historia de San Luis de los Franceses

 Estamos ante lo que muchas personas consideran la más fuerte manifestación del arte barroco en Sevilla. Incluso, en una ocasión, el autor del artículo ha escuchado a un guía en una visita turística afirmar que el conjunto monumental de San Luis de los Franceses constituye "el barroco del barroco" en nuestra ciudad.

          Cuando visitamos el conjunto monumental de San Luis de los Franceses se pueden visitar tres espacios distintos: La Iglesia, la Capilla Doméstica de los jesuitas y la cripta.

No se visita el edificio donde estaba ubicado el noviciado jesuita, que es el edificio situado a la derecha (Si la miramos de frente) de la fachada principal de la Iglesia, edificio que llega hasta la esquina de la cercana Calle Divina Pastora (Este edificio llegó a estar ocupado, en el siglo XX, por el Centro Andaluz del Teatro).

          El arquitecto responsable del diseño de este conjunto fue Leonardo de Figueroa (El mismo arquitecto que construye en la ciudad de Sevilla la Iglesia del Divino Salvador y la Iglesia de la Magdalena), comenzando la construcción en el año 1699 y finalizando la misma en 1730, siendo la Compañía de Jesús la impulsora del proyecto. La inauguración tuvo lugar el año siguiente, en 1731.

Fachada San Luis de los Franceses
Fachada

Desde mediados del siglo XVI, la Compañía de Jesús tenía en Sevilla una iglesia donde estaba ubicado su noviciado (Concretamente la Iglesia de la Anunciación).

Sin embargo y como se les estaban quedando pequeñas las instalaciones, consiguen de Dña. Luisa de Medina la donación de los terrenos donde actualmente está San Luis de los Franceses.

Hay que reseñar que Doña Luisa puso como condición para la donación de los terrenos que ella debía ser enterrada en la Iglesia bajo el Retablo Mayor.

Sin embargo, cuando el autor de este artículo ha visitado el conjunto arquitectónico y ha preguntado por el lugar de enterramiento de Doña Luisa de Medina, las personas que atienden a los visitantes (Y que, por cierto, están muy preparados y comentan o informan lo que se desee sobre el espacio concreto en el que se esté)  me informaron que aunque eso era lo que la historia afirmaba no se había encontrado ninguna lápida o lugar de enterramiento señalando que en ese lugar estaba la tumba concreta o específica de Doña Luisa de Medina.  

          También exigió Doña Luisa de Medina que la Iglesia fuera consagrada a San Luis, Rey de Francia en el siglo XIII, de cuya familia afirmaba Doña Luisa que era descendiente lejana. San Luis es también conocido como Luis IXº de Francia y se da la particularidad de que era primo del español Fernando IIIº "El Santo", conquistador de Sevilla (Sus madres respectivas, Doña Blanca de Castilla y Doña Berenguela eran hermanas, por los que también compartían abuelos maternos), como ya hemos comentado cuando describimos la fachada exterior de la Iglesia de la Santa Caridad, en otro artículo de este mismo blog.

          Lo primero que se construyó es lo que hoy es conocido como la Capilla Doméstica y que era la Capilla de uso particular y exclusivo para los jesuitas y sus novicios.

Hay constancia de cultos en una capilla ubicada en este lugar en el año 1609, en el interior del Palacio de los Enríquez, familia que tras arruinarse fue la que cedió los terrenos a través de Doña Luisa de Medina. 

          Como es conocido a través de la Historia, los jesuitas fueron expulsados de España en dos ocasiones: La primera en 1767 por orden del Rey Carlos IIIº (Por tanto y como esta Iglesia se inauguró en 1731, los jesuitas sólo la ocuparon durante 36 años).

Los jesuitas vuelven a España en 1817, ocupando otra vez el conjunto. Sin embargo, cuando se produce la desamortización de Mendizábal en 1835, son nuevamente expulsados de España, abandonando esta vez de forma definitiva San Luis.

          Cuando los jesuitas abandonan el edificio, éste tuvo varios usos ya que fué hospital de sacerdotes, convento e incluso hospicio de niños abandonados en lo que fué su última ocupación hasta mediados de los años 60 en el siglo XX,

En estas fechas, el edificio cayó en el abandono hasta que lo adquirió la Diputación Provincial de Sevilla que inició en 1984 las obras de rehabilitación del conjunto monumental.

Dichas obras sufrieron períodos de paros en las obras y períodos de actividad de forma alterna hasta que, por fin, en el año 2016 todo el conjunto ha sido abierto de forma definitiva a la visita del público en general. 

          Tenemos también que indicar que desde Sevilla fueron enviados muchos jesuitas al intento que esta Orden efectuó de evangelización de Japón.

Inicialmente estos jesuitas fueron aceptados por las autoridades japonesas que veían a través de estos sacerdotes una forma de iniciar relaciones comerciales con Europa y, muy especialmente, con España y Portugal.

Sin embargo, tras el asesinato del daymio (Gobernador de provincia) que había permitido la llegada de los jesuitas, el nuevo daymio cambió por completo la política y emitió en el año de 1587 la orden de expulsión de los misioneros cristianos de Japón y la prohibición del cristianismo (En aquella época, no solo estaban allí los misioneros jesuitas, sino que también está documentada la presencia de frailes franciscanos). 

          La represión fue brutal, llegando a su peor momento con la orden de crucificar a 26 misioneros que fueron muertos con lanzas cuando estaban clavados en las cruces del martirio, acabándose tras esto los intentos de evangelización.

Conjunto Arquitectónico

Capilla Doméstica

Iniciaremos la descripción del conjunto arquitectónico con esta Capilla, ya que cronológicamente fué la primera que se construyó como ya hemos indicado anteriormente, aprovechando la infraestructura de la capilla de los Enríquez, ya existente. Hay constancia de que en el año 1610 ya estaba a pleno funcionamiento en sus tareas de instruir al noviciado y más concretamente se tiene constancia de que en esa fecha ya había 50 novicios, los cuales ingresaban en la Orden a la edad de 14 años.   

          Hemos dicho que la iglesia fué inaugurada oficialmente en el año 1731. Pués bien, esta Capilla hay constancia de que fué bendecida 19 años antes que la iglesia, concretamente en 1712, siendo utilizada exclusivamente por los jesuitas y por sus novicios sin acceso de nadie ajeno a la Orden.

          La Capilla es una sala completamente rectangular con una bóveda a lo largo de todo su recorrido.

Al  cruzar la puerta de entrada, se pasa bajo una pintura representando al fundador de la Orden de los jesuitas, San Ignacio de Loyola, redactando su obra "Ejercicios Espirituales" 

(San Ignacio fundó la Orden en 1534, con una organización claramente militar. De ahí su nombre de "Compañía de Jesús", siendo un "General" el grado del máximo mandatario de la Orden).

Las paredes laterales, al igual que todo el techo, están profusamente adornadas con pinturas y cuadros con reliquias, pensado todo el conjunto en hacer pensar al sacerdote y al novicio la fragilidad de la carne. 

Capilla Doméstica desde la Entrada
Capilla Doméstica desde la Entrada

Cuadro con reliquias
Cuadro con reliquias

Al fondo de esta sala está el retablo de la Capilla, tras el cual se encuentra la Sacristía a la que se accede por dos puertas laterales situadas a los lados del retablo. 

          Todas las pinturas de la sala principal fueron realizadas por Lucas Valdés (1661 - 1725), hijo del gran pintor sevillano Juan Valdés Leal (1622 - 1690), mientras que las pinturas de la Sacristía fueron realizadas por el también pintor sevillano Domingo Martínez (1688 - 1749), que era discípulo de Lucas Valdés. 

Techo de la Capilla doméstica
Techo de la Capilla doméstica

La sala de la Capilla, además de las pinturas murales, tienen en ambos lados una importante serie de cuadros inspirados todos ellos en escenas de la vida de la Virgen María y que fueron realizados también por Lucas Valdés.

Pared lateral con reliquias y cuadros de la vida de la Virgen
Pared lateral con reliquias y cuadros de la vida de la Virgen

 El retablo fue realizado por el escultor sevillano Pedro Duque Cornejo, que era sobrino de Luisa Roldán "La Roldana" y nieto del gran Pedro Roldán (Hablamos de él en la realización del retablo de la Iglesia de la Santa Caridad), el cual se había "acogido a Sagrado" en San Luis de los Franceses debido a unos problemas que tenía con la Justicia por haber abandonado la realización de un retablo en la localidad onubense de Trigueros. 

Retablo de la Capilla Doméstica
Retablo de la Capilla Doméstica

("Acogerse a Sagrado" era una Ley vigente desde la Edad Media por la cual cualquier persona que hubiera cometido algún delito se acogía a la protección de la Iglesia si conseguía llegar y entrar al edificio religioso antes de que le apresaran. De hecho, ese era el propósito y objeto de las cadenas que rodean la Catedral de Sevilla y que hoy en día aún se pueden ver. Toda aquella persona que huyera de la Justicia y traspasara las cadenas ya no podía ser apresado).

          Pues bien, Pedro Duque Cornejo fue acogido por los jesuitas a cambio de la realización, primero, del retablo de la Capilla Doméstica y, posteriormente, del retablo de la Iglesia.

Como a Pedro Duque no le interesaba terminar, digamos, "en tiempo y forma", retrasó todo lo que pudo la realización del retablo, razón por la cual se detuvo en todos los detalles del mismo creando una obra de todo punto extraordinaria.

No solo fue por lo extraordinario del retablo en sí, sino porque el retablo tiene una parte trasera visible cuando entramos en la Sacristía, siendo considerado por este motivo una obra única en su género al ser un retablo con parte delantera y parte trasera.

          Todo el retablo está pensado como un homenaje a la Eucaristía, ya que hay una profusa decoración de racimos de uvas y espigas de trigo.

En la parte central hay una talla de la Virgen María que se cuenta era propiedad personal de San Francisco de Borja (Hablaremos de él, cuando describamos la Iglesia).

A sus lados dos estatuas de San Estanislao de Kotska y de San Luis Gonzaga (También hablaremos de ellos más adelante).

La talla de la Virgen está bajo un dosel flanqueado por ángeles, sobre el que hay, coronando el conjunto, un bajorrelieve donde se representa la imposición de la casulla a San Estanislao de Kotska presenciado todo por San Ignacio de Loyola que está en la parte más alta del retablo.

Parte superior del retablo
Parte superior del retablo

Sobre el retablo hay una pequeña bóveda con una pintura de Lucas Valdés en la que se representa la Ascensión de la Virgen a los cielos flanqueada por ángeles mientras que a sus pisé contemplan su Ascensión a los Cielos un apostolado.

          Cuando entramos en la Sacristía por cualquiera de las dos puertas laterales contemplamos en la pared del frente unas espléndidas cajoneras encima de las cuales hay  unos pequeños cuadros y más reliquias.

          El techo de la Sacristía está decorado, como ya hemos comentado, por una pintura de Domingo Martínez en la que podemos ver el anagrama de Nuestro Señor Jesucristo rodeado por pinturas de los cuatro evangelistas (El anagrama de Jesús es "IHS" como abreviatura de "Iesus Hominum Salvator": Jesús Salvador de Hombres).     

(Techo de la Sacristía
Techo de la Sacristía

          En la Sacristía podemos contemplar la trasera del retablo de la Capilla, desde la cual se puede ver la Capilla en sí dados los numerosos huecos del mismo, cubiertos con cristales desde los que se ve perfectamente la Capilla.

Trasera del retablo desde la Sacristía
Trasera del retablo desde la Sacristía

          Por último indicar que cuando vamos a salir por la puerta de entrada dejando a nuestra espalda el retablo, podemos ver sobre la puerta de entrada un pequeño balcón que se usaba como coro.

  La Cripta

          Cronológicamente es lo segundo que se construye como es normal, ya que sobre ella se levantó la Iglesia.

          Hemos dicho que Leonardo de Figueroa (Arquitecto del conjunto) construyó en Sevilla, cronológicamente, la Iglesia del Divino Salvador y luego la Iglesia de la Magdalena.

Pues bien, la Iglesia del Divino Salvador sufrió graves desperfectos como consecuencia de un terremoto y la Iglesia de la Magdalena también sufrió un derrumbe como consecuencia de una inundación que la afectó. Ambos sucesos hicieron que Leonardo de Figueroa "aprendiera la lección" e hizo unos pilares muy anchos y extremadamente fuertes para la Iglesia de San Luis de los Franceses, pues además todo el conjunto estaba levantado unos dos metros sobre el nivel que en aquella época tenía la calle San Luis. 

(Pilares de la Iglesia
Pilares de la Iglesia

          Ésto último lo podemos ver en el suelo de la cripta, donde se conservan unos restos del suelo original que tenía la calle.

Debemos mencionar que el Palacio de los Enríquez tenía su fachada detrás de todo lo que hoy sería el espacio que ocupa la Iglesia.

Delante del Palacio había un espacio descubierto que es sobre el que se levantó la Iglesia, razón por la que podemos ver ese pavimento original donde estaba en el siglo XVII: Dos metros más abajo de la Iglesia, en el espacio de lo que es la cripta. 

Suelo original del siglo XVII
Suelo original del siglo XVII

          En los espacios entre pilares se ubicaron espacios funerarios donde se colocaron los ataúdes de las personas que eran enterradas en esta cripta, ataúdes que se bajaban a través de un hueco que había en el suelo de la Iglesia y que comunicaba con la cripta.

Hueco de bajada de ataúdes
Hueco de bajada de ataúdes

          La parte derecha de la cripta (Según se accede a ella) era utilizada como despensa por los jesuitas, dada la amplitud del espacio y la frescura del lugar.

Despensa
Despensa

          Por último mencionaremos una curiosidad que contaron al autor de este artículo los guardas de este espacio: Cuando se retiraron los ataúdes y se vaciaron los nichos, en uno de los ataúdes que tenía una placa con el nombre de un hombre, militar español, el cuerpo enterrado en el mismo se comprobó que era el cuerpo de una mujer, sin que hasta ahora exista explicación de este hecho (¿Cambio de la placa funeraria, por un error humano, en algún traslado?. Parecería lo más lógico).

Iglesia de San Luis de los Franceses 

          Lo primero que debemos comentar es que la Iglesia de San Luis de los Franceses fue construida por Leonardo de Figueroa a imagen y semejanza de la Iglesia de Santa Inés en Agonía existente en la Plaza Navona de Roma, frente a la Fuente de los Cuatro Ríos.

No solo a imagen y semejanza sino que los expertos afirman que ambas iglesias tienen las mismas dimensiones en su interior. Al parecer cuando los jesuitas contrataron a Leonardo de Figueroa como arquitecto le facilitaron los planos de la citada iglesia de Roma y le pidieron hacer una copia de la misma.

          Lo primero que llama la atención cuando entramos en la Iglesia es que es de planta central, con forma de cruz griega. Es decir, sus cuatro brazos tienen las mismas dimensiones.

          Sobre la puerta de entrada está el coro, enfrente el Altar Mayor con el retablo barroco y en los ángulos de la cruz, que forman los cuatro brazos, hay cuatro altares con hornacinas de gran tamaño donde se veneran a cuatro Santos jesuitas:

San Luis Gonzaga (1568 - 1591): Santo jesuita que murió a la edad de 23 años, tras haber contraído la peste cuando estaba atendiendo a los enfermos afectados por dicha enfermedad en una epidemia que se declaró en Roma, donde ejercía de sacerdote.

Hay un dicho popular que dice "Eres más bonito que un San Luis de madera" y este dicho proviene de que en todas las estatuas de este Santo siempre se le representa con un rostro de mucha belleza. Fue nombrado Protector de la Vida y Patrón de la Juventud por el Papa Benedicto XIII en 1726.

San Luis Gonzaga
San Luis Gonzaga

San Francisco Javier (1506 - 1552): Este Santo fue nombrado patrono de las misiones de la iglesia católica en 1622. Importantísima labor como misionero en varias partes del mundo que abarcaron desde Mozambique en África hasta varios países asiáticos (India Portuguesa, Ceilán, Islas Molucas, Japón y China).

Falleció de malaria cuando iniciaba su labor misionera en éste último país. Se le representa con un crucifijo en la mano, regalo al parecer del propio fundador de la Orden, San Ignacio de Loyola.

San Francisco Javier
San Francisco javier

San Ignacio de Loyola (1491 - 1556): Fundador de la Compañía de Jesús en 1534. Originalmente perteneció a la carrera militar (De ahí que al fundar la Orden le diera el carácter y organización militar que siempre tuvo la Orden) y tras ser herido por una bala de cañón que le destrozó una pierna estuvo leyendo, durante su convalecencia, muchos libros religiosos lo que despertó en él la vocación religiosa que le llevó a la fundación de la Orden.

Es histórico que pasó un período de soledad y recogimiento, viviendo como un ermitaño, en una cueva de la localidad catalana de Manresa, cueva donde se le apareció la Virgen y donde escribió sus "Ejercicios Espirituales", obra fundamental en la Orden y que marcó todo el pensamiento  de los jesuitas. 

San Ignacio de Loyola
San Ignacio de Loyola

San Juan Francisco Regis (1597 - 1640): Misionero jesuita de origen francés, con fama de gran predicador, que recaudaba dinero entre las personas de alta posición para dárselo a los pobres y necesitados.

Defendió y protegió a las prostitutas lo que se tradujo en problemas con sus proxenetas.

Gran protector de los pobres falleció en 1640 tras haber enfermado por una travesía bajo importantes inclemencias climáticas, en el mes de Diciembre, cuando se dirigía a predicar por varias localidades francesas. 

San Juan Francisco Regis
San Juan Francisco Regis

          En los extremos laterales de los brazos de la cruz griega hay dos altares donde nos encontramos dos nuevas esculturas de jesuitas:

San Francisco de Borja (1510 - 1572): Cualquier estatua de este Santo es fácil de distinguir. Siempre se le representa con una calavera coronada en la mano. ¿El motivo?:

En aquellos siglos cuando fallecía alguien relacionado con la realeza o la nobleza y se le iba a enterrar en algún lugar lejano o distinto del lugar de fallecimiento, era costumbre que un sacerdote acompañara el ataúd para que diera fe, previo al enterramiento, de que la persona que iba en el féretro era quien debía ser para lo cual se abría el ataúd y el sacerdote certificaba que se iba a enterrar a la persona correcta.

En el caso concreto de San Francisco de Borja fue el sacerdote designado para acompañar el ataúd de Isabel de Portugal, esposa del Emperador Carlos Iº de España y Vº de Alemania la cual falleció en Toledo en 1539.

Se cuenta que cuando llegó el momento del enterramiento y fué abierto el ataúd para que el sacerdote certificara la identidad de la persona que lo ocupaba, San Francisco de Borja quedó impresionado de la putrefacción sufrida por el cuerpo de la Emperatriz durante el tiempo del traslado desde Toledo al Monasterio de El Escorial (Lugar donde está enterrada).

Desde entonces juró "No servir nunca más a Señor que pudiera morir", por lo que desde aquel momento se dedicó al servicio exclusivo de Dios. De ahí que, siempre, se le representa con una calavera coronada en la mano.    

San Francisco de Borja
San Francisco de Borja

San Estanislao de Kotska (1550 - 1568): Santo jesuita polaco, perteneciente a una familia aristocrática polaca, que murió a la edad de 17 años de un fuerte proceso febril provocado al parecer porque vivía en un ambiente de profundo ascetismo, por malos tratos que recibió y también por tener una débil constitución.

Este Santo refirió durante su vida haber sido visitado por Santa Bárbara acompañada por ángeles y posteriormente refirió también ser visitado por la Virgen María con el Niño Jesús al cual depositó en los brazos de San Estanislao, siendo la propia Virgen quien en esta visita le pidió que ingresara en la Orden.

Por esto, siempre, se le representa con el Niño Jesús en brazos (Simbología similar a la de San Francisco de Borja con la calavera coronada).  Estos hechos le infirieron un halo de santidad muy respetado por sus conciudadanos.   

San Estanislao de Kotska
San Estanislao de Kotska

          Sobre la puerta de entrada a la iglesia se encuentra el coro bajo el cual podemos ver una pintura de Domingo Martínez donde se muestra a San Ignacio de Loyola rodeado de ángeles y teniendo a sus pies otros Santos jesuitas.

Los ángeles sostienen un halo blanco con la leyenda del libro emblemático de los jesuitas: "Ejercicios Espirituales". 

coro
Coro

          En las paredes de la iglesia se pueden ver lo que parece ser la mitad delantera de unas columnas que sostienen la iglesia y que tendrían la mitad trasera dentro de la pared.

Sin embargo son solo adornos de tipo estético, ya que no sostienen nada. La iglesia está sostenida por los espectaculares pilares que se pueden ver en la cripta y de los que ya hemos hablado.    

          El retablo es sin duda la obra maestra del barroco sevillano y fue ejecutado en su totalidad por Pedro Duque Cornejo del que ya hemos hablado en la Capilla Doméstica.

Retablo mayor y columnas decorativas
Retablo mayor y columnas decorativas

Esta increíble obra escultórica está rematada en su parte superior por un dosel con la corona real española bajo el cual podemos contemplar dentro de un óvalo la imagen de San Ignacio de Loyola, fundador de la Orden, acompañado del anagrama de la Virgen María. 

Dosel y parte superior del retablo
Dosel y parte superior del retablo

          Inmediatamente debajo de este retrato podemos contemplar un cuadro de San Luis IXº Rey de Francia, que es del taller de Francisco de Zurbarán o quizás de él mismo (No está documentada la autoría real), que tiene a sus lados dos retratos más pequeños de otros dos Reyes muy relacionados con la ciudad de Sevilla y que son San Fernando y San Hermenegildo.  

          Bajo el lienzo de San Luis nos encontramos una talla de la Inmaculada Concepción, obra de Pedro Duque Cornejo y un cuadro de la Virgen con el Niño Jesús en brazos, cuadro anónimo de finales del siglo XVI. 

          Por último mencionaremos la extraordinaria cúpula de la Iglesia, cúpula considerada la más alta de las iglesias sevillanas. Por la forma en la que está construida aporta una gran luminosidad a todo el conjunto de la iglesia. 

Cúpula
Cúpula

          Esta cúpula tiene mucha simbología, ya que si se unen entre sí los diferentes ángulos de la misma se forma una estrella de ocho puntas conocida como Estrella de Salomón, aunque hay que mencionar que esta misma estrella se puede encontrar en varios puntos de la iglesia.

Simbología relacionada con los hebreos y el Rey Salomón aparece por toda la cúpula y por todo el techo ya que entre otras podemos contemplar una pintura del Arca de la Alianza u otra con el candelabro henreo de los siete brazos.  

          Bajo la cúpula hay diversas esculturas presididas en el centro por una figura coronada con una Cruz en su mano derecha y una rama de olivo en su mano izquierda, símbolo de la Resurrección, figura que representa a la Religión.

Bajo ella y a sus lados hay estatuas de Santos como Santo Domingo de Guzmán o San Pedro Nolasco (Otra curiosidad relativa a cómo se representa a éste Santo:

Se le representa con un candado cerrando sus labios, castigo al que fué condenado por los piratas moros para impedirle predicar a los cristianos cautivos de dichos piratas).

          Desde este artículo recomendamos vivamente la visita a este excepcional conjunto de San Luis de los Franceses, joya del barroco sevillano. Estamos seguros de la impresión que realizará sobre el visitante.

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